Estefany llevaba un
conjunto rojo y negro supersexy que me puso excitadisimo solo de mirarla.
Enseguida nos ponemos a besarnos y acariciarnos. Me tumbo en la cama y
rápidamente me libera de mis boxers. Se pone encima de mí y tras quitarse su
sujetador, me los pone encima de los ojos, como venda, y a ciegas, empiezo a
buscar sus pechos. Le lamo los pezones, hasta que se ponen completamente
erectos, le chupó y muerdo por sus pechos y nos besamos, dándonos mordisquitos
en los labios.
Tras un breve tiempo
así, me dice que si quiero probar el sirope de chocolate que he traído para
jugar con ella. Le digo que si, y se pone un poco en cada pecho y me los acerca
a la boca. Saboreó el chocolate junto a los pezones como si fuese mi última
cena.
Después de dejarlos completamente limpios de
sirope, dice que ahora le toca a ella.Agarra mi a mi “amigo” y con la otra
mano, empieza a extender el chocolate por toda su superficie, hasta dejarlo
casi enteramente cubierto. Su lengua hambrienta va devorando el chocolate
“mmm... que rico esta” me dice, sin parar de comerse el chocolate y mi polla.
Tras un rato jugando con mi miembro, dice que
ahora me toca a mí. Se tumba boca arriba, y con el bote de sirope, voy poniéndole
chocolate por el cuello, el pecho, los brazos, bajando por su estomago, hasta
llegar a su esplendido y depilado chochito.
Voy lamiendo y chupando allá donde está el
rico dulce, haciéndolo desaparecer allá donde está. Sus pechos cubiertos de
sirope, el estomago, y finalmente me colocó entre sus piernas, lamiendo primero
por los lados, hasta que pongo a comerle su sabrosísimo coñito. ¿Has
merendado”- Me pregunta, al decirle que no, me sonríe y dice- Pues ahora puedes
comerte algo rico y dulce.”
A las órdenes, comienzo a disfrutar comiéndome
ese delicioso coño que tiene Estefany. Primero quitándole a lenguetazos el
chocolate, para después centrarme en saborearlo.
Ella no para de gemir,
y de moverse. Mientras sigo comiéndola, le acaricio pezones con mis dedos.
Estefany cada vez acelera más la respiración y los suspiros.
Me comenta que si quiero que se corra, y le
contestó, como puedo, ya que no paro de comérselo, que es la idea. Se lleva uno
de mis dedos a su boca, y lo ensaliva, y me lo dirige a su coño. Captando la
idea, la penetro con el dedo, masturbándola con él, sin dejar de trabajarle su
coñito, esto ya la vuelve loca, se mueve y se retuerce, no me detengo en ningún
momento hasta que por fin termina corriéndose.Me pregunta si puede fumarse un cigarrillo,
que necesita unos diez minutos para recuperarse, que la he dejado muy
relajadita.
Me pongo a su lado, y
nos besamos, hasta que a traición, la agarró uno de sus piececitos, y me pongo
a chupar sus dedos, que eso la vuelve loca. Se retuerce al sentir como le meto
uno a uno sus dedos. Disfrutó de sus deliciosos pies, hasta que aprovechando
que esta boca abajo, empiezo a darle mordisquitos por su esplendido culo, por
su espalda y sus muslos. Se nota que le encanta, y que esta pasándoselo en
grande.
La repasó con mi lengua de arriba a abajo, por
su espalda, sus hombros, su culo, deteniéndome de vez en cuando a darle un
cariñoso mordisco.
Cuando terminó, me dice
que es su turno, que se va a vengar. Me indica que me tumbe boca abajo y se va
a buscar algo. Me va echando un líquido por la espalda y los muslos, algún tipo
de líquido para masajes o similar comestible. Va pasando sus manos por mis
piernas, me culo y después, su lengua, que la notó por todos lados, aquí y
allá. De vez en cuando siento algún mordisco.
Me pone un trapo encima de la cara y me dice
que me dé la vuelta. Pasa su lengua por mis pezones y por mi pecho, llevándose
los pezones a la boca, va bajando, hasta llegar a mi entrepierna, y comienza a
hacerme una mamada descomunal. Todo ello, sin verla, sólo sentirla, y es una
experiencia super placentera. Engulle mi polla una y otra vez, ahora soy yo
quien no para de respirar fuerte y retorcerse, su lengua y su boca hacen
maravillas, no deja de jugar con ella, y yo de escuchar y sentir como lo hace.
Estoy viendo las estrellas, deseando que sea un momento para siempre, pero y
tras un ratito, no aguanto más y descargó por completo en su boquita.
Un dulce reencuentro...
Dooccc... esa clase de reencuentro es para lo que se inventaron la palabra "reencuentro", ¡vale la pena alejarse con tal de repetirlo!
ResponderEliminarGeniaaall, me ha encantado, y de veras te lo digo que, sobre todo, ha sido muy tierno:D
Besossss y sigo "leyéndote"...:D
super relato en definitivaa hay q irse para tener un reencuentro asii jijijiji
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